En el puño derecho tenemos acelerador, paro motor, cambio de mapas –Eco, Custom y Sport- y freno delantero. En el puño izquierdo el freno trasero, bloqueo para “freno de mano”, control de luces y accionamiento de marcha atrás.
El motor es muy potente -piñón de salida coaxial al basculante-, con un par de 106 Nm (10,8 kgm cuando una 450 cc tiene 4,6 Kgm) desde cero rpm, y una potencia de 44 CV a 4.500 rpm que te llevan hasta 140 Km/h en modo Sport. Los tres mapas tienen por lo tanto una “curva” de potencia que es una línea recta desde las 0 rpm hasta el corte. El ruido motor es un ligero zumbido y solo oyes saltar las piedras y los neumáticos.
Empezamos en modo ECO. ¡Ojo, aunque estés parado, el motor no está “calado” salvo que tengas el paro motor accionado! Damos el primer acelerón y buscamos instintivamente la palanca para pasar a segunda… Nos reímos de nuestra torpeza pues ni hay marchas ni el par decae. A media mañana pasamos al modo Custom, más potente. En el Sport “hay que atarse los machos”.
Por las pistas, la moto va de escándalo. Siempre tienes empuje. A la primera curva que llegamos lanzados, buscas el freno trasero con el pié hasta que te acuerdas que lo llevas en la mano izquierda. La respuesta al “gas” es inmediata y siempre tienes empuje. Hay que aprender a dosificar “gas” pues no llevas embrague y, en terreno deslizante, hay que cogerle el punto a tanto par. Aún a velocidad alta, por una pista, levantas rueda para pasar una regatera sin problema.
Por sendas y trialeras sencillas, la moto se maneja muy bien y responde siempre. Para meterse en más dibujos, hay que tener más experiencia pues la moto pesa más que las de combustión, las suspensiones tienen menos recorrido y están endurecidas para no hacer topes.
En resumen, la zona de Cistierna es una maravilla para hacer enduro y disfrutar del entorno y la gastronomía –muy recomendable el H. Vadinia y su Restaurante La Camperona-. El terreno tiene piedra y roca caliza con arcilla por lo que es recomendable llevar la seguridad y tracción que te da un tubeless como nomOusse. Hicimos una ruta de 60 Km, mixta -pistas, sendas y trialeras- con Alvaro y Alberto -de la cuadrilla de Pollux y con varios campeonatos de Cross Country-. Pasamos un día estupendo y disfrutamos de una experiencia endurera inolvidable. Volvimos a Rioja enamorados del motor de la Zero y convencidos de que si en USA se proponen hacer una moto de 100% enduro tiene mimbres para ello. Volvimos con el 20% de reserva de batería pues en las retenciones y accionando el freno delantero entra el modo regenerativo –unos 75 a 80 km de autonomía-. Gracias a Jorge, Álvaro y Alberto.
Jacobo y Javier de nomOusse www.polluxmotion.com
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